Pensé en comenzar con algunas pinceladas sobre lo que es el placer. Dirigí una leve mirada hacia los filósofos griegos, británicos o hasta al mismísimo Marqués de Sade y una suerte de bostezo existencial me invadió. Decidí: no, disertaciones ahora no, si quiero expresar lo que es el placer tendré que empezar por mis propias sensaciones. Las mías, las que me aportan los sentidos. Ya luego me ocuparé de lo que han dicho los pensadores del tema.
Ahora me apetece sólo sentir.
Si, se trata de lo que me apetece. Y la primera de mis sensaciones es la piel… la piel. Ese inmenso territorio de contacto con el mundo. Millones y millones de dendritas trabajando para aportarme información sobre el exterior. Ese que empieza justo en la frontera entre el mundo y mi persona.
Pensemos por un momento que no existe la vista. Pongámonos una venda en los ojos. Tocas. Sientes. Sin más estímulos que el tacto simplemente sientes de forma táctil. Calor o frío, suavidad o aspereza, emoción o indiferencia, dureza o blandura, aceptación o rechazo, femenino o masculino. Pasa un dedo solitario recorriendo un cuello dibujando su forma ¿lentamente?, ¿rápidamente? Dedícate a sentir su piel en tu piel. El frescor inicial y el calor que ya se puede estar sintiendo cuando vuelves de regreso a ese mismo sitio.
Acaso se eriza, quizás empiezas a sentir una vibración. Su vibración puede que despierte la tuya. Una especie de diálogo se produce. Dibuja con el dedo figuras sobre su piel. Juega a escribir cosas, a explorar sus diferentes reacciones. A hacer el google map de su sensibilidad.
Ahora no es sólo un dedo, ahora es la mano. Es la palma la que transmite y capta la otra superficie. Aumento exponencial de las sensaciones. Anula tu mente, dedícate a percibir las siluetas que su cuerpo transmite a esa parte que el cuerpo ha destinado por excelencia para comunicarte. Lento, suave. Sintiendo sin ayudas.
Puede que tu paseo por su piel despierte movimientos que seguirás sintiendo a través de tu mano extendida, generarán tu respuesta. Acaso alguna de sus respuestas despierte tu olfato.
Pero ese es otro sentido…
Placeres Convictos 